Te quedaste dormida en mi hombro.

 

Te quedaste dormida en mi hombro.

Mariangela, en uno de los domingos que pasamos juntos todo el dia, fuimos a misa (puedo describirte exactamente el día y la hora pero, pienso que hacer eso limitaría la imaginación), inquieta como siempre estuvimos observando cada detalle de la iglesia desde lejos, -ya que no podíamos estar caminado por todos lados por respeto a los demas-, mama y yo no notamos que tu inquietud se convertía en incomodidad, bueno mama y yo no fuimos los únicos en notarlo también tu tía Natalia (a ella de cariño le decimos súper Nats).

Después de un buen rato donde ya expresabas algo de llanto y mucha inconformidad, decidimos darte un biberón, comiste poco ya que lo que tenias no era hambre. Durante la homilía note como poco a poco dejabas de "sangolotearte" pero de repente dabas un brinco, entonces decidí poner tu pechito junto al mio de manera que tu cabezita quedaba justamente arriba de mi hombro izquierdo, eso fue una buena decisión ya que poco a poco pude sentir como tú cansancio te vencía y empezabas a recargarte más y más sobre mi hombro, me tenias abrazado, tu brasito izquierdo casi rodeaba mincuello, es decir llegaba a la mitad del mismo -esa hermosa sensación de tener tu mano sobre mí, me llevo a desear abrazarte con mucha fuerza- por fin llego el momento y como dicen las personas con hijos "caíste", es decir te quedaste dormida en mi hombro, sentí como el cielo mismo me abrazaba, entendí que yo estaré para ti todos los días de tu vida abrazandote, besandote y amandote.

Es curioso como algo tan " simple" como quedarte dormida en mi hombro me volvió en ese momento el hombre mas feliz del mundo (por que no había pasado antes) y queria decirles a todos "Miren mi hermosa Mariangela se quedo dormida en mi hombro, no es fantástico?", por supuesto no lo hice, entre otras cosas por que te despertaría y además creó que solo una persona entendía lo que estaba sucediendo ese momento, Yo.

Mi vida eres una princesita que me regala momentos como estos día a día y me encanta por que todos los días espero con ansias el amanecer y así a través de tu sonrisa salga el sol.

Gracias por quedarte dormida en mi hombro.

Te amo.

Tu papi.

Escrita en Junio 14 del 2016