Tiempo.
Tiempo.
Hola Marianela, tengo mucho que no te escribo,
y no tiene nada que ver con el hecho de que no lo quiera hacer, mas bien es
porque lo deseo tanto, pero al mismo tiempo deseo disfrutarte cada segundo, me
gustaría solamente ser niño contigo en ocasiones, para disfrutar tu compañía de
la mejor manera en la que puede ser disfrutada. Pero me toco ser tu padre, y
con ese rol me toca formarte, poner marcos en las puertas, seguro en los asientos
y limitar tu libertad que en esta etapa pudiera hacerte daño, no por la
libertad en si misma sino por lo que te rodea. Este lugar es muy hermoso, sin embargo,
hay cosas que no podemos controlar y, por lo tanto, debo enseñarte límites.
Que hermosa es la vida contigo cuando estas en
mis sueños y yo siendo niño juego contigo, eso que es lo mas importante para ti
y en ocasiones no lo sé disfrutar, y es por causa de esto que le llaman vida
adulta, que también tienen sus encantos, pero me gustaría también que fueras
adulta de vez en cuando junto conmigo, de tal manera que compartiéramos tu mundo
y el mío. Pero no es así, y no puede serlo.
Esta carta no tiene ningún propósito particular,
solo hacerte saber Mariangela, que te amo y que estoy orgulloso de ti, te
pienso y te veo todo el tiempo. Me hace muy feliz ser tu padre. Espero estar
haciendo lo correcto.
Se que al leer esto, quizá mas que una carta
para ti sea para mí, al mismo tiempo te estoy diciendo muchas cosas, sin
decirte nada, no sé si algún día lo entiendas, porque en ocasiones ni yo mismo
lo entiendo. – y soy el adulto- pero si lees esto y quieres preguntar, no dudes
en hacerlo, así podre revivir el momento y serás adulta conmigo.
Te amo.
Tu
Papi.
Comentarios
Publicar un comentario